La mayoría de los tumores en las glándulas salivales mayores ocurre en la parótida, donde los tumores más frecuentes son benignos como el adenoma pleomorfo, mientras que el maligno más usual es el carcinoma mucoepidermoide.

La parótida es el sitio más común de tumores salivales mayores, y el paladar duro es más común para las menores.

El origen de estos tumores es incierto; la mayoría de los pacientes carece de algún factor causal identificable; de la misma forma, una asociación directa con radiación no ha sido consistente.

La presencia de un tumor que no da síntomas es la manifestación aislada más común; en los tumores benignos, la evolución puede ser de varios años; mientras que en los tumores malignos el crecimiento es rápido, incluso en algunas semanas o pocos meses.

Son benignos los tumores de forma redondeada con superficie lisa y uniforme, los bordes definidos, tumor movible y la ausencia de cambios en la superficie de la piel; encontraste, los tumores malignos, suelen tener superficie irregular, consistencia dura a pétrea, bordes mal definidos, piel fija sobre el tumor y morfología irregular.

El dolor está presente en los pacientes con tumores malignos, y es característico de ellos.

El objetivo del tratamiento en la enfermedad localizada es la curación, y minimizar en lo posible las secuelas estéticas y funcionales; pero si la curación no es posible, el objetivo es mantener la vida con el menor deterioro en su calidad.