El cáncer colorrectal ocupa el primer lugar entre los canceres gastrointestinales; representa 9% de las neoplasias malignas en el ser humano. La incidencia es mayor después de los 65 años de edad.

El cáncer colorrectal se debe a factores dietéticos, principalmente el consumo de grandes cantidades de grasa; la abundante ingesta de fibras, calcio, vitamina C y E, selenio y antiinflamatorios no esteroides, reducen el riesgo. El alto consumo de alcohol, el tabaquismo y la obesidad lo incrementan. Existen factores genéticos asociados.

En los tumores malignos del colon derecho las manifestaciones son masa palpable, dolor abdominal vago, y anemia; mientras que en los tumores del colon izquierdo se presentan con obstrucción intestinal, dolor cólico intenso, disminución del calibre de las heces y evacuación con sangre fresca.

El tacto rectal permite conocer las características del tumor. La colonoscopia es indispensable para documentar o descartar lesiones en diversos sitios del colon y tomar muestras.

La cirugía persigue el control local permanente, el restablecimiento o conservación de la continuidad intestinal y función del esfínter anal. La radioterapia en combinación con quimioterapia persigue mejorar el control local y regional de los cánceres rectales localmente avanzados, y la quimioterapia e inmunoterapia se usan para tratar la enfermedad diseminada.